Las capitanas de Barça y Espanyol analizan una campaña marcada por los patrocinios y los partidos televisados
Marta Unzué acude cada mañana a la ciudad deportiva. Se entrena sobre el césped, utiliza el gimnasio y recibe la atención de los fisios. Comparte instalaciones y servicios médicos con el primer equipo y acaba la jornada comiendo en la Masia. Ha podido completar sus estudios gracias a las facilidades que le ha dado el club y sigue afanada en sus proyectos durante las tardes que tiene libres.
Paloma Fernández trabaja por las mañanas en una tienda deportiva del centro de Barcelona y se entrena a última hora de la tarde, como tantos y tantos futbolistas no profesionales. Siempre ha combinado el fútbol con estudios y trabajo, hasta que llegó a Barcelona desde Madrid para dar el salto. Ninguna dificultad la ha apartado de sus objetivos y es de las pocas que decidieron seguir en el equipo cuando llegaron las vacas flacas.
Marta Unzué y Paloma Fernández, capitanas del Barça y el Espanyol, respectivamente, representan la realidad del fútbol femenino en España. Un deporte donde se miden equipos con una estructura profesional, como el club blaugrana, con rivales como el Espanyol, que se han visto obligados a dar un paso atrás y apañárselas con un grupo amateur. Nada que no puedan superar la entrega y la pasión de unas jugadoras que aman el fútbol por encima de todo.
“Cuando se sale al campo no se ven los presupuestos ni las plantillas –incide en el tópico Paloma–. Allí no se sabe si estás cobrando poco o no estás cobrando nada. Te mueves por los colores y los proyectos. La profesionalización es un ejemplo hacia el que todos debemos ir, es como debería ser, aunque la diferencia en nuestra Liga no está entre profesionales y amateurs”. “La estructura profesional es básicamente lo que te rodea, más que las fichas –coincide Marta–, son las instalaciones, los servicios médicos, los horarios de los entrenamientos... pero luego juegan once, hay tres cambios y se juegan 90 minutos. Los puntos te los juegas en el campo y con las fichas que tenemos el profesionalismo influye poco, porque esto te da con suerte para llegar a fin de mes”.
Barcelona y Espanyol abren hoy una nueva temporada marcada por el patrocinio de Iberdrola, que da nombre a la competición, y las transmisiones televisivas: un mínimo de tres partidos en abierto cada jornada, normalmente los sábados. Una apuesta de la Liga y la Federación por dar visibilidad al fútbol femenino que las jugadoras ven con optimismo.
“Que entre Iberdrola es un gran apoyo, parece que importe un poco más el fútbol femenino –considera la capitana blanquiazul–. Poco a poco vamos haciendo una liga más fuerte, aunque todavía no podemos hablar de una evolución clara, es un asunto pendiente”. “Esto va a rachas –añade la jugadora blaugrana–. Cuando la selección femenina se clasificó para el Mundial todas creímos que esto arrancaba de verdad, pero se quedó ahí. A ver si el tirón de Iberdrola es el bueno. Los partidos en abierto cada jornada nos van a ayudar mucho”.
Ganadora de cuatro Ligas con el Barça y avezada en la Champions femenina, Marta Unzué sabe lo que es jugar en un estadio como el Mini y grandes estadios europeos, algo que se antoja un sueño para Paloma. “Ojalá juguemos algún día un partido en Cornellà, pero hoy es algo utópico. Hay clubs con una afición arraigada al femenino, como el Athletic, que sí han conseguido llenar San Mamés. Es un ejemplo”. “Nosotras en el Mini sí hemos jugado, pero en el Camp Nou es imposible. Sí que hay equipos femeninos que en Europa juegan en grandes estadios, aquí estamos lejos de eso”.
Como no podía ser de otra forma, las dos son grandes aficionadas al fútbol masculino y habituales en sus partidos. No sucede al revés, aunque no ven en ello una ofensa. Más bien se vanaglorian de conocer lo que no dudan en considerar como dos mundos y en tener como referentes deportivos tanto a hombres como a mujeres. “A veces te cruzas con ellos y te desean suerte, aunque ellos están centrados en su Liga”, explica Marta. “Son dos mundos paralelos y, en nuestro caso, sin contacto por una cuestión de horarios –prosigue Paloma–. Los seguimos, porque ir al campo te gusta. Conocer los dos mundos enriquece y creo que estaría bien que ellos supieran lo que hay en el femenino para que valoraran más lo suyo”.
“Que vean que nosotras hacemos esto por amor al arte. Lo nuestro es fútbol puro y duro –añade la jugadora blanquiazul ante la aprobación de su rival y también compañera–. Verían que hay un fútbol de primera línea sin intereses fuera del campo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario