Ha evitado 10 goles cantados en los últimos dos partidos. Ante el Valencia logró dejar la portería a cero para amarrar el empate y ante el líder se volvió a lucir para que su equipo tuviera opciones
Hay portera. Esta es una de las conclusiones positivas que puede sacar el míster de los últimos encuentros, en los que el equipo, ante rivales superiores, ha sacado la casta y ha dado la cara.
El foco de atención raramente se centra en los porteros, pero Mimi, la guardameta del Femenino A, con sus últimas actuaciones lo ha conseguido. Y es que la guardameta blanquiazul ha tenido un papel clave en los últimos envites contra Valencia y Atlético con grandes y decisivas paradas. Sin duda está en estado de gracia y eso le está dando media vida a su equipo.
Con el anterior técnico no tuvo continuidad, ya que había alternancia en la portería y Norma, su compañera, solía tener más oportunidades, pero con la llegada de Luismi su situación cambió. El nuevo míster apostó por ella, de los ocho partidos que ha dirigido solo no le ha hecho jugar en uno, y la barcelonesa está respondiendo. En total Mimi acumula ya 990 minutos repartidos en 11 partidos en los que ha encajado 28 goles. Una cifra alta que desvirtua el contundente 6-0 de la primera vuelta ante el Atlético y el 1-6 ante el Barcelona.
Ante el Valencia protagonizó cuatro intervenciones providenciales para dejar la portería a cero por cuarta ocasión en lo que va de curso, en el apartado personal la segunda, ya que en las otras dos ocasiones fue Meru quien lo consiguió. Fue la jugadora más acertada, con diferencia del equipo, y demostró estar muy enchufada anticipándose bien, demostrando su portento en el uno contra uno y cazando centros envenenados. Sacó grandes manos, pero con lo que está pareciendo doctorarse Mimi es parando con los pies en acciones que dejan patente sus reflejos. En el minuto 50, 66 y 89 en Paterna así lo demostró ante las intentonas de Karol y Aedo.
Ante el líder se coronó
Ante el Atlético no pudo hacer nada para evitar los tantos de Esther y Priscila, pero sí que logró frustrar la friolera de siete ocasiones manifiestas de gol. Fue una auténtica pesadilla para la pichichi Soni, que no pudo batirla. Algo que propició que, junto al trabajo del resto del equipo, el conjunto perico llegara a la última jugada del partido con posibilidades de puntuar, pues evitó el tercero en cuatro ocasiones. Es más, Mimi, a petición del míster, subió para rematar la última falta. Pero no pudieron dar la sorpresa. Pese a ello, nuevo partidazo de una guardameta que en dos partidos ha evitado 10 goles cantados. Su aportación es impagable y el equipo debe aprovecharlo para reaccionar del todo.
