lunes, 24 de abril de 2017

UNA OLA POR LA IGUALDAD

Pedro Malabia resume el significado histórico del derbi disputado en Mestalla: «Lo veo como la culminación de un proyecto familiar y vital»
La sociedad civil valenciana clama por la normalización del deporte femenino

El público convirtió las gradas de Mestalla en una auténtica fiesta. :: jesús signes

LAS PROVINCIAS - Juan Carlos Villena          
  • Valencia. «Que bien juegan al fútbol, es impresionante». La frase es de Ricardo Arias, un mito del valencianismo, tras el cuarto gol del partido. Su interlocutor asiente y pone en el debate uno de los ingredientes más manidos en la salsa. «Pero falta que se vea más en los medios y menos el día a día de Messi o Cristiano». Han cantado bingo. O casi. Si de algo sirvió el espectacular ambiente de fútbol que se vivió ayer en Mestalla fue para concienciar si cabe aún más a la sociedad civil valenciana. La conversación más repetida en los 17.000 asientos llenos, desde la zona de palco a los fondos del estadio, versó sobre la igualdad entre el deporte femenino y el masculino. Pero la real, no la que acaba en debates del tan manido 'cuñadismo' de nuestros días. El momento en el que se rompa de forma definitiva el techo de cristal es cuando dejemos de poner el adjetivo femenino a la hora de hablar de un evento deportivo. Algo que requiere de tiempo, de educación y de transmisión de valores. 
     
    La normalidad con la que se vivió el derbi en el estadio de la Avenida de Suecia debe ser el inicio de una gran amistad para el derbi de la ciudad. Sin etiquetas. No es de hombres o mujeres. Es el derbi entre el Valencia y el Levante. Eso sí, mejor no hacer un 'copia y pega' de todos los vicios del fútbol masculino. En eso sí que será bueno potenciar una pequeña diferenciación, puesto que ese halo de agresividad de la otra parte de la acera no es bienvenida. «El fútbol femenino tiene matices de deporte real, que no hay dejar de ponderar. Fue emocionante ver como la afición del Valencia recibió con aplausos la llegada del autobús del Levante». La reflexión es de Pablo Malabia a este periódico. El valenciano fue ayer, sin duda, uno de los más emocionados por todo lo que se vivió en Mestalla. Desde la atalaya de la presidencia del fútbol femenino de La Liga, le produce orgullo echar la vista atrás: «Estoy emocionado por lo que significa para el fútbol femenino valenciano un evento así. Lo veo como la culminación de un proyecto familiar y vital que ha trascendido en esto».
    Mientras Malabia contesta a las preguntas acceden al estadio Layhoon Chan y Quico Catalán. El presidente del Levante, eso sí, aprovecha la conversación que han iniciado Voro y Tito, su director deportivo, para sumarse al diálogo. Ahí recibe el deseo del entrenador del Valencia de ese ascenso que ya tocan con la punta de los dedos. El siguiente capítulo será recuperar el derbi masculino porque, las cosas son como son, las chicas les han adelantado esta temporada. «Los 'chotos' como dicen ellos les tenemos muchas ganas», bromea Jaime Ortí en la puerta de acceso. La nómina de ambos clubes es extensa, con Paco Fenollosa, José Manuel Fuertes o Rosa Castillo, una de la pioneras de la sección femenina del Levante, por lado granota y Mateo Alemany, Kim Koh, Juan Cruz Sol o Anil Murthy por el valencianista.

    El propio Alemany se asomó al extremo del palco más cercano a la grada para comprobar la asistencia. Su sonrisa le delató. El público quiso cerrar la fiesta haciendo la ola. Muchos invitados no dejaron pasar la oportunidad de levantar los brazos a su paso. Por la igualdad. Ahí se vieron desde los de Raquel Alario, la Fallera Mayor, los de las integrantes de su Corte de Honor o los de deportistas como Marina Ferragut, Natalia Morskova, Vega Gimeno, Susana Pareja, Anna Carrascosa o Esther Cárdenas que también quisieron brindar su apoyo a una matinal histórica para el deporte femenino valenciano. El día en el que no sea noticia lo que ocurrió en Mestalla será sinónimo de batalla ganada. Ahí estará la verdadera ola de la igualdad

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