Es jugadora del CD Tacón y delegada del Comité Femenino de AFE
MARCA.COM - David Menayo
Cuando habla María Ruiz, el mundo del fútbol escucha. La madrileña es historia del fútbol femenino nacional, una niña que se enamoró del balón viendo el Mundial de Estados Unidos en 1999 y que no dudó en cruzar el charco siendo una adolescente para vivir la experiencia, que regresó a España sin hacer ruido para ser pieza clave de un equipo campeón y se marchó a Rusia para sentirse futbolista y jugar la Champions. Ahora vive una nueva juventud en las filas del CD Tacón, equipo con el que jugará próximamente la fase de ascenso a la Liga Iberdrola, siendo a la vez jugadora y delegada del Comité de Fútbol femenino de AFE. Sigan leyendo, hay mucho que aprender.
Se crió futbolísticamente en los campos de tierra de Madrid y el Sporting de Huelva (anteriormente llamado Estudiantes) le dio la alternativa de debutar en Primera división antes de dar el salto a la meca del fútbol femenino. "Recuerdo estar viendo la televisión y ver en las noticias a un montón de gente en Estados Unidos celebrando la victoria de su equipo en el Mundial femenino de 1999. Mi sueño era jugar allí. Aproveché el fútbol para estudiar. No era la Liga profesional pero las facilidades que daba la universidad para compaginar fútbol y estudios era muy bueno", destaca la protagonista en RadioMARCA.
Jugó en las filas del Park University Pirates, FC Indiana y New York Flash antes de regresar a nuestro país para defender los intereses del Espanyol. Una temporada como periquita y maleta rumbo a la por entonces desconocida Rusia, donde jugó en el Zvezda 2005 Perm, Zorkiy y Kubanochka. "Me daban la oportunidad de jugar la Champions League, que era algo que siempre me había hecho ilusión, así que cogí el tren y me subí. Es una experiencia que debes probar cuando eres joven, ahora no lo haría. Sería incapaz de irme a China como lo ha hecho Vero Boquete, por ejemplo", asegura. Eran otros tiempos y la información de nuestras jugadoras en el extranjero escaseaba. "El fútbol para mí siempre ha sido disfrute y nunca me he sentido olvidada por nadie porque yo nunca he ido buscando fama. Me fui para sentirme futbolista", subraya.
Cansada de estar alejada de su casa, familia y amigos, regresó a Madrid para enrolarse en un proyecto ambicioso que tiene tintes de Primera: el CD Tacón. "Hemos trabajado muy duro durante toda la temporada para conseguir llegar a la posición donde estamos ahora. Creo que lo más importante es disfrutarlo y estar vivas hasta el final. Este equipo tiene mucha calidad y yo tengo mucha confianza en el club, en el cuerpo técnico y en mis compañeras", afirma. "El ascenso me haría tremendamente feliz por mis compañeras, por la gente que nos sigue y por la lucha y el trabajo que hay detrás de esta familia taconera", añade. En la primera eliminatoria del play-off de ascenso, el conjunto madrileño se enfrentará al CE Seagull y en caso de pasar se jugaría el billete en la máxima categoría ante el Real Oviedo Moderno o el EDF Logroño.
¿Veremos a Mery Ruiz el año que viene jugando la Liga Iberdrola? "Me veo jugando los play-off", regatea quien busca dejar atrás su tercera lesión de isquiotibiales esta temporada. "Mis compañeras me tienen frita con las bromitas sobre la edad", cuenta entre risas. "Yo les cuento batallitas, aunque se me dan mejor los chistes", asegura. "A mí lo que me gusta es escucharlas a ella: unas están acabando el instituto, otras preparan Selectividad, otras se echan la primera pareja, otras se sacan el carnet de conducir, ... disfruto mucho con ellas y me contagian vitalidad", define.
Mery ha visto progresar el fútbol femenino español desde la distancia y trabaja desde dentro por colocarlo en el lugar que merece. La madrileña compagina su condición de futbolista con la de delegada de AFE en la Comisión de Fútbol Femenino. "Creo que el fútbol femenino está en su mejor momento. Hay jugadoras que tienen contratos, se están haciendo las cosas bien, ... pero también hay otra realidad, más precaria, que nos muestra que aún hay mucho camino por recorrer. Ahora es momento de hablar, de escuchar, de reunirnos y ver cuales son las necesidades. Cada equipo y cada jugadora tiene su realidad y queremos luchar por tener unos mínimos", asegura. "Lo más inmediato es negociar un convenio colectivo. Es algo que se esta pidiendo a gritos. Eso va a ayudar mucho a regular la situación de las futbolistas. Va a llevar su tiempo pero tiene que ser nuestra prioridad", subraya.
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